El hombre que podía sentarse donde fuera

El hombre que podía sentarse donde fuera


Definir la Felicidad es algo complicado; creo que esa es una de las conclusiones que podemos sacar de nuestros debates en clase en torno a las propuestas éticas de Aristóteles, Epicúreos y Estoicos.

Tal vez la felicidad no sea la contemplación permanente de la verdad como decía Aristóteles, que seguro que a nadie le desagradaría, pero de lo que sí estoy seguro es que la felicidad tiene mucho que ver con aceptar lo que somos y lo que tenemos; de descubrir lo maravilloso que hay en cada uno, por muy excéntrico que sea.

Para que aprendamos a disfrutar de lo poco y genial que tengamos, pero siempre con prudencia, como diría Aristóteles. Aquí os dejo este divertidísimo vídeo titulado El hombre que podía sentarse donde fuera. Si es que hay gente con suerte.

4 comentarios en “El hombre que podía sentarse donde fuera

  1. prudencia no es pensar mucho ni tampoco es un freno para aquellos impulsos de determinados momentos.. prudencia en el vídeo es disfrutar de su trasero.. pero sin sentarse sobre residuos radioactivos.. no?

  2. Bueno, bueno ¿ se supone que no podemos o debemos aprovechar al máximo nuestras virtudes o cualidades?si no es asi ¿donde esta el limite entre la prudencia y el exceso? debemos pensar que nos puede salir cancer de culo? jaja no, pero creo que para mantener la felicidad no me pondira limites ni tendria prudencia.La felicidad que segun el criterio personal merezca la pena, no un simple capricho. ¿ y tú que dices?

      1. si puede ser, pero para ser feliz hay que aprender de los errores no todo puede ser bonito, seria demasiado facil…si todos tuvieramos prudencia o pensasemos las cosas mucho, no disfrutariamos de nada estariamos siempre pensando, preguntandonos el por que y no actuariamos.

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