El hombre prudente o cómo Coca Cola nos enseña dónde está la felicidad

El hombre prudente o cómo Coca Cola nos enseña dónde está la felicidad

Fue Aristóteles el primer filósofo del que nos ha llegado documentos escritos sobre la felicidad, por lo que podemos decir que fue el filósofo de Estagira quien se preocupó en primer lugar en la Historia de la Filosofía sobre un asunto tan importante del que hoy en día sólo se ocupan los libros de autoayuda y los anuncios de la televisión.

Para Aristóteles la ética era la ciencia práctica que se ocupaba del fin último del hombre: ser feliz.

La cuestión clave es cómo conseguirla. Para ello Aristóteles afirmó lo que todo intuimos de algún modo: todos queremos ser felices a toda costa. ¿Haríamos cualquier cosa para ser feliz?

Sólo hay un camino para ser feliz, según Aristóteles, y es el que marca el hombre prudente. Y, ¿quién es ese hombre prudente? El que sabe en todo hombre elegir el bien y evitar el mal, el que en los desánimos sabe descansar y reponer fuerzas para seguir luchando por lo que quiere.